Un estudio de la Universidad de Florida ha descubierto que el uso habitual de algunos fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) aumenta el riesgo de infarto cerebral, ataque al corazón y muerte en mujeres posmenopáusicas. El estudio se ha publicado en la revista Circulation: Cardiovascular Quality and Outcomes.
Los investigadores informan que el uso habitual de naproxeno, el componente activo en fármacos como Aleve, se relaciona con un aumento del 10 % en el riesgo de sufrir ataque al corazón, infarto cerebral o muerte en mujeres postmenopáusicas, según el cardiólogo de la Universidad de Florida y autor principal del estudio, Dr. Anthony Bavry. La ingesta habitual se definía como un uso mínimo de dos veces por semana en las dos semanas previas.
“Esto contradice la percepción de la comunidad médica sobre los AINE, ya que la mayoría de las personas creen que el naproxeno es más seguro”, explica Bavry. “Nuestro estudio muestra que el naproxeno no es más seguro; de hecho, es pernicioso.”
Bavry y sus investigadores colaboradores de Harvard y otras universidades han analizado datos de más de 160.000 mujeres postmenopáusicas que participaron en una encuesta que formaba parte de la Iniciativa para la Salud de la Mujer (en inglés: Women’s Health Initiative), un estudio observacional financiado por los Institutos Nacionales de Salud que ha durado 15 años. De las mujeres participantes, 53.142 reconocieron usar de forma habitual los AINE. Incluso después de aplicar controles por obesidad, hipertensión, diabetes, el uso de aspirina y otros factores de salud, los investigadores hallaron un aumento del riesgo por ataque al corazón, infarto cerebral o muerte entre las mujeres que usaban ciertos tipos de AINE. Una de las coautoras del estudio, Dra. Marian Limacher, ha sido la investigadora principal de la Universidad de Florida para la Iniciativa para la Salud de la Mujer desde 1994. Hace hincapié en que el estudio ha sido observacional, lo cual ha ayudado a que los investigadores encontrasen vínculos entre el uso de los AINE y los impactos cardiovasculares. Limacher añade, además, que ha sido el primer estudio de estas proporciones que ha examinado los efectos del uso habitual de los AINE en mujeres.
“Cuando estudiamos agentes tales como la aspirina, encontramos efectos diferentes en hombres y mujeres”, dice Limacher. “Los varones mostraron una reducción en infartos de miocardio, mientras que en el grupo de las mujeres mayores hubo una reducción de infartos cerebrales, pero no de infartos de miocardio, y esto forma parte de la razón por la que los que estudiamos a las mujeres opinamos que es imperativo disponer de una información adecuada acerca de los fármacos habitualmente usados tanto por los hombres como por las mujeres”.
Entre los AINE incluyen los fármacos de venta sin receta como naproxeno o ibuprofeno, además de medicamentos de venta bajo receta como rofecoxib, con nombre comercial Vioxx, y celecoxib, conocido por la marca Celebrex. Vioxx fue retirado del mercado en el 2004 precisamente por su relación con un riesgo mayor de sufrir un infarto de miocardio o un infarto cerebral.
El hallazgo principal del estudio confirma que el uso habitual de cualquier AINE está asociado con efectos negativos como la hemorragia digestiva. Aunque el estudio informa por primera vez del riesgo asociado al uso del fármaco naproxeno con el infarto de miocardio, infarto cerebral o la muerte, el estudio no ha hallado ningún daño cardiovascular o de infarto cerebral asociado con el uso del ibuprofeno.
Los AINE funcionan al inhibir las dos enzimas responsables de la inflamación (COX-1 y COX-2). También pueden ser causa de hemorragia en el estómago y en el tracto digestivo. Los AINE que sólo están dirigidos a la enzima COX-2, que se encuentra principalmente localizada en el lugar de la inflamación, están diseñados para impedir la hemorragia en el tracto digestivo, dice Bavry.
Sin embargo, estudios anteriores mostraron que los AINE que se dirigen exclusivamente a la enzima COX-2, entre los que se incluyen Vioxx y Celebrex, se han asociado con eventos adversos cardiovasculares tales como el infarto de miocardio o el infarto cerebral. Bavry opina que la inhibición de COX-2 es también el problema fundamental en el naproxeno.
“La gente tendrá que pensar en las medicinas que tienen en casa,” dice Bavry. “¿Tienen naproxeno, ibuprofeno u otro fármaco parecido?”
El estudio sólo ha considerado la relación entre los eventos cardiovasculares y el uso de los AINE, y no, por ejemplo, el efecto de los AINE en los riñones.
“Animamos al paciente a que use los fármacos durante el periodo más corto posible, y que se asegure de mantener un seguimiento periódico programado con su médico para realizar un control sobre posibles efectos en los riñones, y potencialmente por el riesgo de enfermedad cardiovascular.”
Fuente: Medical Xpress