Existen dos estrategias para el tratamiento de la fibrilación auricular: una, intentar mantener el ritmo sinusal; la otra, olvidarse del ritmo y tratar únicamente la frecuencia ventricular. La decisión de una u otra estrategia depende de la antigüedad de la fibrilación auricular, de la edad del paciente, del tamaño de la aurícula izquierda, de la existencia de cardiopatía asociada, etc., y también de las preferencias personales del paciente.
Tratamiento agudo
- Farmacológico: paso a ritmo sinusal. Se requiere uso de flecainida o propafenona, pertenecientes a los fármacos de la clase IC. Su efecto es relativamente rápido, así que se utilizan para el tratamiento agudo de fibrilación. No se pueden emplear en pacientes con cardiopatía. Se pueden utilizar por vía oral o por vía intravenosa. La amiodarona (clase IIIC) tiene propiedades compartidas con otros grupos. No es peligrosa en pacientes con cardiopatía. Es más lenta por vía intravenosa que la flecainida, pero se puede utilizar en pacientes con cardiopatía. Es mejor para un tratamiento crónico.
- No farmacológico: se utiliza la cardioversión. Su diferencia con un desfibrilación es que en la desfibrilación se emplea con pacientes cuyo ritmo no se consigue sincronizar, sin QRS normal. La cardioversión está sincronizada con el QRS del paciente para evitar provocar una arritmia ventricular. Se puede hacer urgente o programada. Se realiza urgente cuando existe un deterioro hemodinámico importante (no suele ocurrir en pacientes con fibrilación auricular). Para realizar una cardioversión programada hay que anticoagular al paciente al menos tres semanas antes del procedimiento y mantener dicha anticoagulación por lo menos tres meses después del procedimiento. Si la fibrilación auricular tiene una duración menor a 48 horas se puede realizar sin anticoagulación previa, pero luego habrá que mantener la anticoagulación durante tres meses.
- Control de la frecuencia ventricular: se pueden utilizar betabloqueantes, verapamil, digoxina o amiodarona. Normalmente la frecuencia no suele ser tan rápida que precise medicación de la clase IV. Se puede iniciar tratamiento oral.