Las estrategias de prevención cardiovascular
- Aterosclerosis. Es un proceso que afecta a algunas de las grandes arterias (coronarias, carótidas, femorales, etc.) y que conduce a una serie de cambios en la pared de dichas arterias que acaban por producir su obstrucción. La probabilidad de padecer esta enfermedad depende de lo que denominamos factores de riesgo, que muestran una asociación epidemiológica con la aterosclerosis.
- Factores de riesgo. Hace tiempo que se sabe de la existencia de ciertas asociaciones estadísticas derivadas de la epidemiología que permiten predecir que unas personas tienen más riesgo que otras de padecer un infarto de miocardio. De ahí se deriva el concepto de “factores de riesgo”. Estos factores de riesgo, que hoy son bien conocidos por gran parte de la población, son numerosos pero los más importantes son la hipertensión arterial, el tabaquismo, los niveles elevados de colesterol en sangre y la diabetes. Otros factores de riesgo tienen relación con los anteriores: por ejemplo, la obesidad y el sedentarismo. Existen otros cuya participación es compleja, como el estrés, y por último hay algunos que aún no conocemos o cuya importancia empezamos a entrever. Además, se consideran factores de riesgo la edad, el sexo masculino y los antecedentes de la misma enfermedad en la familia, lo que probablemente traduce la importancia del sustrato genético. Los factores de riesgo tienen una acción aditiva, cuando no potenciadora, sobre el riesgo de padecer un infarto; por ello, su abordaje debe basarse no en uno en concreto, sino en la modificación del perfil de riesgo mediante una estrategia integrada que, en definitiva, supone un cambio en el estilo de vida.
La presencia de los principales factores de riesgo no significa que se vaya a padecer de forma inexorable una enfermedad coronaria, como su ausencia no es garantía de inmunidad; pero sí es cierto que a mayor número de factores de riesgo, más probabilidades hay de enfermar.