La miocardiopatía periparto tiene lugar entre el último mes de gestación y los primeros seis meses postparto. Se han barajado causas inflamatorias y de autoinmunidad, y se manifiesta como depresión global de la contractilidad ventricular, que puede ser muy severa inicialmente, y con frecuencia por arritmias ventriculares graves. Es más común en África, pero sucede también en países desarrollados.
El tratamiento es el mismo de la miocardiopatía dilatada y su pronóstico es bueno si se supera la fase inicial, con frecuente normalización de la función ventricular. Sin embargo, existe riesgo de recurrencia en sucesivos embarazos, sobre todo en pacientes con cierto grado residual de depresión de la contractilidad.