Cuando mueren las células miocárdicas permiten que salgan a la sangre, desde su interior, una serie de sustancias cuya elevación sérica nos permite detectar que se ha producido necrosis miocárdica.
En los marcadores de necrosis miocárdica hay que valorar:
- 1. Su especificidad: es decir, que se eleven sólo en el IAM o que, por el contrario, también se eleven en otras situaciones que puedan actuar como elemento de confusión (por ejemplo, la enzima LDH se eleva en el infarto, pero también en otros procesos; las troponinas cardiacas son mucho más específicas).
- 2. Su sensibilidad: las troponinas cardiacas son muy sensibles, esto es, se elevan cuando se producen incluso microinfartos, que de otra forma pasarían desapercibidos. Por el contrario, para que se produzca elevación de CPK u otro de los marcadores séricos hace falta una mayor cuantía de necrosis.
- 3. Su cinética: el tiempo que tardan en aparecer en sangre tras la necrosis y el tiempo durante el cual permanecen elevados nos sirven para la detección más o menos precoz, así como para datar el momento del infarto.
- 4. La cuantía de su elevación: cuanto más elevados estén los marcadores, mayor será el área de necrosis.
En la figura siguiente se refleja la cinética de los marcadores más importantes. La mioglobina es la que se eleva más precozmente, pero no se suele emplear en clínica por problemas técnicos. La LDH es muy inespecífica; las más utilizadas son la CPK (creatinfosfoquinasa) y las troponinas cardiacas. La CPK se encuentra también en cerebro y músculo esquelético, por lo que puede elevarse en caso de traumas musculares; por ello se prefiere la isoenzima CPK-MB, que es más específica del corazón. Las troponinas son muy sensibles y específicas, y permanecen elevadas varios días.
Los valores de normalidad varían para cada laboratorio, por lo que es conveniente evaluar las cifras según los datos del hospital respectivo.
Otras pruebas diagnósticas
- La Rx de tórax no aporta datos significativos, aunque es necesario fijarse en la vascularización pulmonar, buscando signos de insuficiencia cardiaca.
- En el ecocardiograma se aprecia la zona aquinética y su repercusión sobre la función ventricular global, y permite detectar la presencia de complicaciones.
- El cateterismo aporta información sobre la coronaria obstruida y la presencia o no de lesiones en otras arterias coronarias, diferentes de las que produjo el infarto.