En la insuficiencia mitral el electrocardiograma muestra signos de crecimiento de la aurícula y ventrículo izquierdos; más adelante puede aparecer fibrilación auricular. Cuando la etiología es una cardiopatía isquémica no es infrecuente encontrar signos de necrosis diafragmática, ya que el músculo papilar posterior es el más vulnerable a la isquemia, pues su irrigación prácticamente es única. En casos de doble lesión mitral, cuando existe estenosis e insuficiencia de esa válvula, si el cuadro clínico está dominado por los signos de estenosis mitral, la presencia de crecimiento ventricular izquierdo (o, al menos, la existencia de voltajes izquierdos conservados) apunta hacia la coexistencia de otra lesión valvular (bien la insuficiencia mitral, bien una valvulopatía aórtica) que sobrecarga el ventrículo izquierdo.
La radiografía de tórax muestra el crecimiento de la aurícula y ventrículo izquierdos y grados variables de congestión pulmonar dependiendo de la repercusión de la enfermedad.
Mediante el ecocardiograma podemos:
- Detectar la existencia de regurgitación mitral y su cuantía.
- Conocer el grado de dilatación de cavidades y, lo que es más importante para decidir el momento de la cirugía, la función ventricular izquierda.
- Evaluar la etiología de la insuficiencia mitral.
El análisis detallado de la válvula requiere, en ocasiones, que se practique una ecocardiografía transesofágica.
Ecocardiograma Doppler codificado en color de una insuficiencia mitral. El chorro de regurgitación (en verde) se aprecia en la aurícula izquierda, cuando la válvula mitral debería estar cerrada (en sístole).