Doppler. El patrón normal de flujo transmitral determinado por Doppler pulsado consta de una onda E, que representa la velocidad del llenado precoz, y de una onda A, que representa la velocidad del flujo asociado a la contracción auricular (Doppler A). En circunstancias normales el valor de la onda E es superior al de la onda A. Los valores de velocidad de cada una de estas ondas dependen de gradientes de presión instantáneos entre aurícula y ventrículo. Al comienzo de la diástole la presión intraventricular izquierda cae por debajo de la auricular, y se abre la válvula mitral; la diferencia de presión entre la presión auricular decreciente durante el llenado precoz y la presión intraventricular que se reduce más rapidamente determina el valor de E. Durante el periodo de diástasis se igualan ambas presiones. En la contracción auricular, el aumento de presión intraauricular determina el gradiente de presión responsable de la onda A. En la hipertrofia ventricular suele existir una relajación ventricular enlentecida. Esto conduce a una disminución de la velocidad de caída de la presión intraventricular, con lo que el gradiente aurículo-ventricular es menor y, en consecuencia, la altura de la onda E, que refleja un menor llenado precoz (Doppler B). La contracción auricular subsiguiente es más potente, debido al mayor volumen residual de sangre en la aurícula, que hace que la onda A sea mayor. Este patrón de anomalía de la relajación ventricular es probablemente el hallazgo precoz más frecuente en enfermos propensos a padecer insuficiencia cardiaca diastólica. Con el paso del tiempo, al aumentar la presión media en la aurícula izquierda, el patrón puede «pseudonormalizarse», ya que este aumento vuelve a elevar el gradiente aurículo-ventricular al comienzo de la diástole y, con él, la altura de la onda E; además, la contracción auricular es menos poderosa por la mayor cuantía del llenado rápido y por la dilatación auricular crónica (Doppler C). Este hecho, junto con la cantidad de factores que pueden influir sobre el cociente de velocidad E/A, obliga a ser cautos a la hora de concederle valor absoluto a este método de cuantificar la función diastólica ventricular izquierda. Se han propuesto una serie de índices derivados del ECO-Doppler para valorar la función diastólica ventricular, pero quizá el más utilizado sea el tiempo de relajación isovolumétrica; es decir, el tiempo entre el cierre de la válvula aórtica y la apertura de la mitral. Este tiempo puede medirse combinando fono y ecocardiograma, o mejor, obteniendo en el mismo trazado la señal de Doppler del flujo aórtico y mitral. Este tiempo se prolonga cuando existe enlentecimiento de la relajación ventricular, pero se acorta cuando la presión auricular izquierda está elevada.
Métodos isotópicos. A partir de la ventriculografía isotópica mediante técnica de equilibrio puede obtenerse una gráfica que relaciona el número de cuentas (y por tanto, el volumen intraventricular) con el tiempo. De esta curva pueden derivarse diversos índices, aunque el más frecuentemente empleado es la velocidad de llenado máximo, que se obtiene a partir de la segunda derivada de la curva correspondiente.