Las pruebas diagnósticas que se llevan a cabo en estos pacientes son:
- Electrocardiograma: muchas veces es normal fuera de los periodos sintomáticos. Otras veces existe bradicardia sinusal persistente. En ocasiones puede detectarse pausa sinusal (pausas > 3 seg) y ritmo nodal de escape.
Una forma particular es el llamado síndrome taquicardia-bradicardia, en el que existen crisis de taquicardia supraventricular (fibrilación auricular, flutter, etc.), seguidas de pausas de bradicardia extrema.
En un paciente con disfunción sinusal, lo más común es encontrar un trazado más o menos normal. No es fácil encontrar una bradicardia severa en el momento de hacer el ECG. Esta situación puede producirse únicamente un momento concreto, acompañando a los síntomas, que son paroxísticos en la mayoría de los casos (presíncopes o síncopes). Otras veces se manifiesta como bradicardia sinusal mantenida, ritmos de la unión auriculoventricular o ritmos auriculares, dado que si el nódulo sinusal no funciona bien, toma el control otro “marcapasos” cardiaco.
- Prueba de esfuerzo: con esta prueba puede valorarse la capacidad funcional del paciente, así como la respuesta en términos de frecuencia cardiaca al esfuerzo físico. En condiciones normales y en función de la edad, el nivel de entrenamiento y el estado del sistema nervioso vegetativo, se produce una respuesta de taquicardización progresiva a esfuerzos crecientes.
- Holter: se trata de un registro electrocardiográfico mediante un dispositivo externo y pórtátil que permite el seguimiento durante 24 horas o incluso varios días, aumentando la probabilidad de registrar los trastornos del ritmo. La información se va grabando en una tarjeta de memoria mientras el paciente realiza todas las actividades cotidianas.
- Estudio electrofisiológico: se insertan unos catéteres por vía venosa (femoral, subclavia) hasta distintas partes del corazón (AD, VD, seno coronario). Estos catéteres permiten realizar algunas maniobras de provocación mediante estimulación temporal (y maniobras farmacológicas), y con ello se pueden poner de manifiesto las alteraciones del ritmo. El inconveniente principal de este test es su falta de sensibilidad.
- Holter insertable: es un dispositivo que, insertado de forma subcutánea en la zona paraesternal izquierda, permite el registro de la actividad cardiaca durante un tiempo prolongado (hasta 2-3 años), de forma programable y mediante activación por parte del paciente en caso de síntomas.