Tratamiento crónico
FARMACOLÓGICO
- Control del ritmo: se trata de buscar que el paciente esté en ritmo sinusal. En pacientes jóvenes se puede utilizar flecainida oral, dronedarona o amiodarona oral. Si las crisis son poco frecuentes y el paciente no tiene cardiopatía, se puede optar por la estrategia de administrarle flecainida oral (dos comprimidos durante la crisis, exclusivamente), lo cual suele conseguir la reversión a ritmo sinusal sin necesidad de acudir a Urgencias para imponer tratamiento de la clase IV. Hay que asegurarse de que el paciente no tiene cardiopatía y comprobar que el ECG es normal.
- Control de la frecuencia: hay que buscar que la frecuencia cardiaca sea adecuada. Es decir, es necesario emplear fármacos que actúan sobre el nodo AV enlenteciendo la conducción: betabloqueantes, calcioantagonistas o digoxina. En ancianos, es una actitud frecuente, o en pacientes con baja probabilidad de retorno a ritmo sinusal (cardiopatía, aurícula izquierda dilatada).
NO FARMACOLÓGICO
- Cardioversión eléctrica: un tratamiento definitivo no farmacológico puede ser la ablación del nodo A-V. Destruyéndolo mediante radiofrecuencia, se crea un bloqueo A-V completo. Esto se consigue mediante la introducción de un catéter. La radiofrecuencia produce calor. Al paciente hay que ponerle un marcapasos.
- Ablación de las venas pulmonares: es el tratamiento definitivo, sobre todo en pacientes más jóvenes sin cardiopatía. Aplicando radiofrecuencia (calor) sobre los focos automáticos, se los aisla eléctricamente. Generalmente, lo que se hace es aislar eléctricamente la desembocadura de las venas pulmonares en la aurícula izquierda.