La angina estable es una de las manifestaciones clínicas de la isquemia miocárdica. La isquemia miocárdica resulta de un desequilibrio entre el aporte y la demanda de O2 del miocardio.
La gran mayoría de los pacientes con angina estable, en particular la angina típica de esfuerzo, presentan una obstrucción coronaria determinada por una placa de ateroma que reduce el calibre del vaso en más de un 70 %.
A esta obstrucción fija puede sobreañadirse una obstrucción dinámica por vasoconstricción coronaria, relacionada o no con disfunción endotelial, y que puede hacer que aparezca angina en pacientes con obstrucciones basales menos severas o incluso sin evidencia angiográfica de obstrucción (espasmo puro). Los factores determinantes de aumento de las demandas miocárdicas de O2 actúan entonces en una situación en que el flujo coronario no puede aumentar; la reserva coronaria está disminuida ya que, cuando ésta es normal, es excepcional la producción de angina a expensas exclusivamente de un aumento de los requerimientos metabólicos miocárdicos.
Sobre esta obstrucción de base actúan los factores que hacen que aumente la demanda de O2, sobre todo:
- Aumento de la frecuencia cardiaca.
- Aumento de la tensión arterial sistólica.
- Aumento de la contractilidad.
O los factores que reducen el aporte de O2:
- Aumento de la frecuencia cardiaca.
- Vasoconstricción coronaria.
- Reducción de la presión arterial diastólica.