La angina de pecho (angor pectoris) es una molestia torácica producida por isquemia miocárdica. Es importante tener en cuenta que éste es un concepto exclusivamente clínico; es decir, angina de pecho no es sinónimo de isquemia miocárdica (pues puede haber isquemia sin angina) ni de obstrucción coronaria (pues puede haber lesiones obstructivas sin angina, o angina sin lesiones angiográficamente detectables). Por ello, el diagnóstico es también clínico y debe basarse en la anamnesis, aunque la demostración de que existe isquemia miocárdica por medio de las pruebas adecuadas pueda ser conveniente para excluir que el dolor torácico sea de otro origen.
El concepto del tiempo es importante no sólo desde el punto de vista de las definiciones, sino también por lo que supone de valor pronóstico. En efecto, un proceso cuyas manifestaciones clínicas no se han modificado recientemente es un proceso estable en el que tampoco es lógico prever modificaciones en el futuro inmediato; por ello, el manejo diagnóstico y terapéutico puede hacerse sin la urgencia que requieren otros procesos, como la angina inestable, cuyo futuro inminente es una incógnita.
Sintomatología de la angina estable
- La molestia típica de la angina de pecho es una sensación opresiva, como un peso, que el paciente nota en la región retroesternal y que puede irradiarse a la cara interna de ambos brazos y, con menor frecuencia, a epigastrio o mandíbulas. El dolor ocupa una zona más o menos amplia, y cuando se le pide al paciente que se señale la zona, lo hace con la mano abierta; por lo general los dolores puntiformes que el enfermo señala a punta de dedo no son cardiacos en origen.
- El dolor se desencadena con el ejercicio físico, y su umbral es más o menos fijo; es decir, el paciente suele prever con qué tipo o qué cantidad de ejercicio le va a aparecer. Otras veces se ve influido por la hora del día o por la temperatura. Es típico el paciente que presenta dolor cuando hace ejercicio (por ejemplo, al andar o subir una pequeña cuesta) a primera hora de la mañana, pero no presenta síntomas al hacer ejercicios similares o más intensos durante el resto del día. En ocasiones la molestia se acompaña de sensación de disnea. El cuadro dura unos minutos, no más de treinta, y se alivia con el reposo o con la ingesta de nitroglicerina sublingual, cuando ésta se realiza correctamente.
- El alivio con NTG debe ser rápido, en 2-3 minutos; si la molestia tarda más en desaparecer, es improbable que haya sido el fármaco el responsable del alivio.