El síndrome de Wolff-Parkinson-White es bastante frecuente en la población general, y por lo general no se asocia a cardiopatía de base. Sin embargo, hay determinadas vías accesorias, como las derechas, que sí se pueden asociar a anomalías, como la anomalía de Ebstein, donde la válvula tricúspide se encuentra desplazada en su implantación hacia el ventrículo, dando lugar a una aurícula grande y un ventrículo pequeño. Se manifiesta normalmente en la infancia —aunque se puede encontrar en cualquier edad—, con síntomas derivados de la presencia de taquicardias, ortodrómicas fundamentalmente.
Arritmias más frecuentes en el síndrome de Wolff-Parkinson-White
- Taquicardia ortodrómica: la más frecuente —por un circuito macrorreentrante— de todo el corazón. El impulso va lentamente por el nodo A-V, activa los ventrículos, sube, pasa por la vía accesoria y vuelve otra vez a la aurícula y nuevamente hacia abajo, cerrando el circuito; se trata del mecanismo típico de reentrada. En el ECG veremos una taquicardia regular de QRS estrecho —por ser taquicardia supraventricular—, porque usa el sistema de conducción en sentido anterógrado (de aurícula a ventrículo), es decir, la activación se produce por el nodo A-V. Por tanto, en taquicardia los QRS son normales, mientras que en ritmo sinusal los QRS muestran onda delta.
- Fibrilación auricular: suele ser más frecuente en los pacientes con Wolff-Parkinson-White que en la población general. Hay diferentes teorías, aunque ninguna clara. La inserción auricular de la vía accesoria altera las propiedades eléctricas de las aurículas. Se puede producir fibrilación auricular con preexcitación, que puede llevar a muerte súbita por fibrilación ventricular en caso de vías accesorias con periodos refractarios cortos capaces de producir RR cortos.
- Taquicardia antidrómica: la diferencia de esta arritmia con respecto a las otras es el sentido del circuito. En este caso, el impulso se conduce al ventrículo por la vía accesoria, con preexcitación máxima en el ECG, y sube a la aurícula por el nodo A-V. Tiene, por tanto, un QRS ancho (se sale de la norma de taquicardias supraventriculares), pero es poco frecuente en clínica (<5 %).