Las medidas generales que deben ponerse en práctica en todos los pacientes con cardiopatía isquémica conocida incluyen:
- Dieta: tendente a reducir peso en pacientes con sobrepeso y a reducir la ingesta de sal, sobre todo en pacientes hipertensos, y de grasas animales saturadas
- Ejercicio: el nivel de ejercicio debe adecuarse a la capacidad funcional de cada paciente, aconsejando el ejercicio aeróbico e isotónico
- Control de los factores de riesgo: supresión del hábito tabáquico, control de hipertensión e hipercolesterolemia, debiendo ser en este último extremo particularmente agresivo y constante.
- Aspirina: los datos sobre el efecto protector de la aspirina en la cardiopatía isquémica provienen del infarto de miocardio y la angina inestable, pero parece razonable pensar que este fármaco debe ser beneficioso también en otras formas de enfermedad coronaria. La dosis recomendada es de entre 80 y 200 mg/día.