La coronariografía es una técnica invasiva que consiste en avanzar un catéter de forma retrógrada, tras su introducción percutánea a nivel de arteria femoral, hasta el ostium de cada una de las dos arterias coronarias principales y allí inyectar material de contraste para registrar mediante película a rayos X el luminograma arterial.
Otros medios diagnósticos
El score cálcico o contenido de calcio en el árbol coronario, que se determina por medios radiológicos (TAC), se emplea en ocasiones para el despistaje de enfermedad coronaria, poseyendo un alto valor predictivo negativo.
Las imágenes con resonancia magnética nos ofrecen información sobre estructura y función del corazón, siendo sus mediciones más exactas y con menor variabilidad que las obtenidas con ecocardiografía. Además el realce tardío de contraste con gadolinio nos permite identificar áreas de fibrosis endocárdica secundarias a necrosis miocárdica, siendo útil para diferenciar ésta de la miocarditis, en que la fibrosis es epicárdica.
La tomografía computerizada multicorte de las arterias coronarias permite obtener imágenes no invasivas de las arterias coronarias, en especial de su porción epicárdica; la técnica es bastante sensible, pero no demasiado específica, por lo que tiene un alto valor predictivo negativo, aunque el valor predictivo positivo no es tan elevado.