La obesidad y el sobrepeso son factores de riesgo cardiovascular, posiblemente en relación con otros factores bien conocidos (mayores niveles lipídicos, peor metabolismo de la glucosa, sedentarismo…). El riesgo ideal se sitúa entre 20-25 de índice de masa corporal (IMC = peso en Kg/estatura en metros2), aunque hay tipos de obesidad particularmente peligrosos, como la denominada obesidad abdominal o masculina, por lo que en ocasiones se centran las actuaciones en el perímetro de la cintura (deseable, <94cm para hombres y <80 para mujeres; por encima de 102 y 88 se recomienda pérdida de peso).
La prevención cardiovascular más efectiva se basa en modificaciones del estilo de vida a nivel poblacional. En el individuo concreto se debe evaluar el nivel global de riesgo y actuar sobre él, en vez de centrarse en un único factor de riesgo.