- CLÍNICA: propia de las bradiarritmias, va desde pacientes asintomáticos, astenia, y aparición o emperoramiento de insuficiencia cardiaca cuando el bloqueo es mantenido. También es importante la presencia de presíncopes y síncopes, que pueden aparecer cuando el bloqueo es paroxístico o cuando es permanente, pero el ritmo de escape es menor. Disnea de esfuerzo con intolerancia al ejercicio, y a veces síntomas más sutiles, por ejemplo en ancianos, como trastornos del nivel de conciencia o de la conducta por bajo gasto a nivel cerebral.
- DIAGNÓSTICO: puede objetivarse el bloqueo A-V en electrocardiografía convencional, Holter o telemonitorización. Puede usarse el estudio electrofisiológico para valorar la severidad y origen del bloqueo en el sistema de conducción.
- TRATAMIENTO: lo primero será suprimir fármacos que puedan provocar este bloqueo. En el bloqueo A-V de primer grado no existe indicación de marcapasos. En el bloqueo A-V de segundo grado (Wenckebach asintomático) generalmente tampoco está indicado el marcapasos. Puede darse incluso en personas jóvenes, entrenadas, como variente la normalidad y expresión de vagotonía. Requiere vigilancia en pacientes ancianos asintomáticos, pues puede progresar a otras formas de bloqueo. En el bloqueo A-V de segundo grado (Wenckebach sintomático) está indicado el marcapasos. En el bloqueo A-V de segundo grado asintomático (Mobitz II), puede o no ponerse un marcapasos. Generalmente hay que vigilarlo, teniendo en cuenta el riesgo de progresion a BAV completo. Generalmente indica una afectación orgánica del sistema de conducción, por lo que algunos grupos indican marcapasos, aun en ausencia de síntomas, sobre todo si se demuestra que la alteración de la conducción se produce a nivel infrahisiano o hispano (en el haz de his o por debajo de éste).