La miocardiopatía por estrés, o Tako-Tsubo, es una entidad recientemente descrita cuyo interés radica, en gran parte, en diferenciarla de un infarto agudo de miocardio, un cuadro que puede simular. Suele presentarse en mujeres en edad postmenopáusica, frecuentemente después de una situación de marcado estrés, por lo que se ha sugerido un papel causal para las catecolaminas. Clínicamente se manifiesta por dolor torácico; el ECG puede mostrar elevación extensa del segmento ST en precordiales, lo que contrasta con una elevación mínima de marcadores séricos de necrosis.
La angiografía coronaria es normal y el ecocardiograma, así como otras técnicas de imagen para evaluar la función ventricular, muestra un aquinesia apical amplia del ventrículo izquierdo con contractilidad conservada de las porciones basales, lo que confiere al ventrículo la morfología de una vasija empleada en Japón para la pesca (de ahí su nombre, Tako-Tsubo).
La biopsia miocárdica excluye la miocarditis. El tratamiento es el de la disfunción ventricular o las arritmias que se pudieran presentar, y con frecuencia la función ventricular se recupera de forma completa en un período de semanas.