La diabetes se está convirtiendo en un factor de riesgo de primera magnitud, de presentación cada vez más frecuente y con una particular incidencia en las mujeres. Nuevamente su aparición está ligada a excesos en la alimentación y a una vida cada vez más sedentaria. Su tratamiento incluye, claro es, medidas farmacológicas; pero, de nuevo, los cambios en el estilo de vida son de crucial importancia.
La enfermedad cardiovascular es la primera causa de morbimortalidad en las personas con diabetes. El control agresivo de la hipertensión e hiperlipemia con estatinas reduce el riesgo de eventos CV, y existen datos fiables de que la mejoría del control glicémico reduce el riesgo de desarrollar complicaciones microvasculares (retinopatía, nefropatía y neuropatía) Los datos entre un mejor control glicémico y la mejoría de eventos macrovasculares, aunque existentes, son menos sólidos. En general los niveles de HbA1c recomendados con este objetivo son <7 %. Datos recientes sugieren que algunos de los fármacos empleados para el manejo de la diabetes (caso de liraglutida o empagliflozina) son más efectivos que otros a la hora de reducir eventos cardiovasculares.