Por norma la mayor parte de los grupos quirúrgicos prefiere el uso de prótesis mecánica, salvo casos excepcionales. Ello se debe a que en las válvulas biológicas harán falta una o más reintervenciones para sustituir las prótesis cuando fallen; y las reintervenciones de cirugía cardiovascular en este tipo de pacientes suponen una dificultad creciente y un riesgo cada vez mayor para el paciente.
Indicaciones para el uso de prótesis biológica:
- Pacientes con contraindicación de tratamiento anticoagulante.
- Mujeres jóvenes que quieran tener hijos, ya que la anticoagulación supone un importante riesgo para la madre y el feto.
- Pacientes cuya expectativa de vida sea inferior a la duración prevista de la prótesis. El caso de los ancianos supone un problema especial. Por una parte, en muchos casos se piensa que la anticoagulación tiene un mayor riesgo en esta población, debido a la mayor frecuencia de comorbilidad; por otra, a veces se calcula que la supervivencia no va a superar a la de la prótesis. Pero puesto que esta asunción puede no ser correcta, si la válvula falla antes de que el paciente fallezca por otras causas, habría problema de tener que realizar una reintervención en un enfermo de edad avanzada, lo cual multiplica los riesgos.
Una de las razones que ha hecho cambiar el planteamiento sobre implantar prótesis biológicas en esta población es que, con el advenimiento de las prótesis percutáneas, es posible implantar una de estas válvulas de forma no quirúrgica sobre una válvula biológica degenerada, con lo que se obvia el problema de la reintervención.