Los inhibidores de la proprotein convertasa subtilixin kexina tipo 9 (PCSK9) han demostrado ser potentes reductores de los niveles de colesterol, incluso en pacientes en tratamiento médico óptimo con estatinas. Pero hasta ahora no sabíamos si esta reducción se traducía en menos eventos cardiovasculares.
El estudio FOURIER, que se presentará el próximo mes en el congreso del American College of Cardiology, ha venido a contestar a estas dudas. La adición del fármaco cada dos o cuatro semanas al tratamiento antilipemiante previo se tradujo en una mejoría significativa de la variable de resultados compuesta de muerte cardiovascular, infarto de miocardio, ictus u hospitalización por angina inestable o revascularización coronaria; además, un subestudio demostró que estos resultados no se acompañaban de empeoramiento cognitivo, preocupación que había surgido de datos preliminares.
Fuente: Medscape