"Había ya investigaciones previas que demostraban que tanto los hombres como las mujeres que desempeñan trabajos físicos tienen un mayor riesgo de enfermedad cardiaca", afirma la autora principal del estudio publicado en European Journal of Preventive Cardiology, Karen Allesøe, de la Universidad del Sur de Dinamarca. "Las acciones de izado y acarreo provocan un aumento de la tensión arterial y pueden poner a las personas con hipertensión en especial riesgo de sufrir un episodio coronario. Queríamos investigar si las mujeres con hipertensión y trabajos exigentes desde el punto de vista físico tienen un riesgo especialmente alto de padecer enfermedades del corazón."
El estudio incluyó a 12.093 enfermeras del Estudio de la Cohorte de Enfermeras Danesas de 1993. Los datos sobre la hipertensión y la actividad física en el trabajo se obtuvieron mediante un cuestionario. La actividad física en el trabajo se clasificó en tres tipos: sedentaria, moderada (para aquellos casos en que principalmente se estaba de pie y se caminaba, pero no se ejercía más ejercicio físico) e intensa (para aquellos casos en que se estaba de pie o se caminaba con algo de levantamiento o carga; y con esfuerzo físico rápido o pesado).
Se comparó a las enfermeras con hipertensión y actividad física intensa en el trabajo con las enfermeras con una presión arterial normal y una actividad física moderada en el trabajo. Este último grupo se consideró más saludable; en todo caso, tanto una elevada actividad física en el trabajo como permanecer mucho tiempo sentado aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular. Durante el periodo de seguimiento (15 años) hubo 580 enfermeras que desarrollaron cardiopatía isquémica. Casi el 12 % padecía hipertensión. La actividad física en el trabajo se clasificó como intensa en el 46,3 % de las enfermeras, moderada en el 34,4 % y sedentaria en el 19,3 %.
Los investigadores determinaron que las enfermeras hipertensas con actividad física alta en el trabajo tenían casi tres veces más riesgo de cardiopatía isquémica que las enfermeras con la tensión sanguínea normal y actividad física moderada en el trabajo (índice de riesgo 2,87, IC del 95%, de 2,12 a 3,87). En el caso de las enfermeras con tensión arterial normal y actividad física intensa en el trabajo había un leve incremento del riesgo de enfermedades cardiacas (aproximadamente del 20 %), pero esto no fue estadísticamente significativo hasta efectuar los correspondientes ajustes por otros factores de riesgo cardiovascular, como la diabetes y el tabaquismo.
La combinación de hipertensión y actividad física en el trabajo aumenta el riesgo de cardiopatía isquémica más que si se suman riesgos individuales. Así lo demostró el hallazgo de cinco casos adicionales de enfermedad cardiaca debido a actividad física intensa en el trabajo y alrededor de 15 casos adicionales de hipertensión. Aunque se esperaban 20 casos adicionales para la combinación de la hipertensión y la actividad física intensa en el trabajo, los investigadores en realidad encontraron más de 60 casos adicionales.
Para Allesøe: "Esto implica que existe una interacción adicional entre la hipertensión y la actividad física intensa en el trabajo. Los dos factores de riesgo parecen trabajar de forma combinada, y ello resulta en una mayor incidencia de enfermedades del corazón. Por tanto, las mujeres hipertensas con un trabajo exigente a nivel físico pueden estar en riesgo especial de padecer enfermedades del corazón. Algo que entendemos que no se ha demostrado antes en mujeres".
Una posible explicación podría ser la vía aterosclerótica que conduce a la enfermedad cardiaca. Los trabajos intensos desde el punto de vista físico provocan aumentos en la frecuencia cardiaca y en la presión arterial. Un ritmo cardiaco más elevado de lo normal puede conducir a placas en las arterias y a la aterosclerosis. La hipertensión también produce aterosclerosis. Además, el levantamiento y transporte de peso puede causar un aumento agudo de la presión arterial, que podría ser perjudicial en personas con hipertensión.
"En el caso de las enfermeras el trabajo requiere esfuerzo físico al tener que trasladar a pacientes, estar de pie y caminar todo el día, sin tiempo para pausas. Nuestros resultados también pueden aplicarse a otros trabajos que requieren levantar o transportar cargas pesadas, estar de pie o caminar durante muchas horas, pero este aspecto deberá confirmarse mediante otros estudios." Allesøe concluye que se necesita más información sobre qué aspectos del trabajo físicamente exigente son perjudiciales. Sólo entonces se podrán hacer recomendaciones específicas sobre las cargas, el tiempo, etc., que resultan seguros para mujeres con hipertesión.
Fuente principal: Medical Xpress