Hasta ahora la obesidad severa se asociaba con un riesgo superior de muerte. Sin embargo, índices menores de exceso de peso podrían no incrementar el riesgo de muerte o incluso podrían tener un efecto protector, según los resultados de un reciente metaanálisis de la doctora Katherine Flegal et al. Los hallazgos se han publicado este mes en Journal of the American Medical Association y se basan en 97 estudios, tomando datos de 2,88 millones de individuos y 270.000 fallecimientos.
En comparación con el grupo de peso normal, la obesidad de grado 1 (IMC > 30 kg/m2) no suponía incrementos de mortalidad por todas las causas. Por el contrario, los grados 2 y 3 de obesidad (IMC > 35 kg/m2) se asociaban con un mayor riesgo de mortalidad.
En cualquier caso, tener en cuenta el peso exclusivamente no es suficiente, ya que el riesgo puede variar mucho en personas con un mismo índice de masa corporal. Se recomienda usar adicionalmente los marcadores de circunferencia de la cintura/cadera para ayudar a cuantificar el riesgo.
Los editores indican que parece haber un efecto protector en las categorías con índice de masa corporal de baja obsesidad o sobrepeso frente a enfermedades crónicas, tales como la diabetes y las enfermedades coronarias. Es lo que denominan «la paradoja de la obesidad». En términos clínicos esto quiere decir que no todos los pacientes clasificados con sobrepeso y obesidad de grado 1 (sobre todo los que tienen enfermedades crónicas) necesitan perder peso. Establecer el índice de masa corporal es sólo el primer paso en la evaluación adecuada del paciente.