Pese a las esperanzas depositadas en que el reemplazo hormonal tras la menopausia podría reducir el riesgo cardiovascular en mujeres, los primeros estudios en ese sentido fueron decepcionantes. El estudio Women Health Initiative (WHI), cuyos resultados iniciales fueron comunicados en 2002, incluso sugería que este tipo de tratamiento podía ser perjudicial. Sin embargo, un estudio danés publicado en octubre en el British Medical Journal viene a levantar el ánimo en este campo.
Durante más de diez años se siguió a 1.000 mujeres y se concluyó que el tratamiento hormonal reducía de forma significativa un end-point combinado de muerte, infarto de miocardio u hospitalización por insuficiencia cardiaca, sin incrementar el riesgo de cáncer.
Hay varias diferencias con los estudios previos que podrían justificar estos resultados, pero los autores insisten en el comienzo del tratamiento como factor determinante, que fue, por término medio, de trece años antes que en el WHI. De hecho, la edad media de las mujeres en el estudio danés fue de 50 años. Habrá que esperar en todo caso que nuevos datos arrojen más luz sobre el tema.