La revista Circulation (publicada por la Asociación Americana del Corazón) ha publicado un estudio japonés que demuestra la seguridad del primer stent arterial coronario 100 % biodegradable implantado en seres humanos. Los stents son tubos de malla que se colocan en vasos sanguíneos u otros conductos a fin de mantener la estructura abierta y facilitar el flujo de la sangre. Se utilizan para tratar la enfermedad arterial periférica, el trastorno que resulta de los depósitos de grasa que se forman en las arterias. Los stents utilizados en este estudio son biodegradables y se conocen con el nombre de Igaki-Tamai. Además, son los primeros stents que se utilizan en las arterias coronarias para evitar complicaciones cardiacas.
Este tipo de endoprótesis es biodegradable y está fabricada con poli-L-láctico, un material basado en tiras de maíz que se disuelve en la pared arterial. No deja ninguna sustancia extraña en la arteria de forma permanente y reduce la aparición de trombos asociados al dispositivo. Normalmente, estos dispositivos son de metal y dejan restos en la arteria después de extraerse.
El propósito de este estudio, realizado durante 10 años, fue evaluar la seguridad a largo plazo del Igaki-Tamai, por ser el primer stent coronario totalmente biodegradable que se implanta en un ser humano. En el estudio, los investigadores realizaron el seguimiento de 50 pacientes japoneses, con un promedio de 61 años de edad, que recibieron 84 stents Igaki-Tamai entre septiembre de 1998 y abril de 2000. Los dispositivos no estaban recubiertos con fármacos. Después de diez años, los resultados mostraron que la tasa de supervivencia fue del 98 % en lo que se refiere a mortalidad cardiaca y del 87 % de mortalidad por otras causas.
El 50 % de los pacientes no llegó a presentar ninguna complicación cardiaca importante y la tasa de complicaciones fue similar a la que se suele registrar con los stent de metal. Los datos del estudio calculaban que los dispositivos tardarían seis meses en descomponerse, sin embargo se ha comprobado que el proceso de absorción tiene una duración de unos tres años. Kunihiko Kosuga, coautor del proyecto, declaró que “han necesitado estos datos clínicos a largo plazo para aclarar la seguridad del stent coronario” y manifestó que este estudio puede suponer un avance importante en la nueva generación de dispositivos coronarios: “nuestros hallazgos allanarán el camino para la entrada de los stents coronarios hechos de polímeros biodegradables en el mundo real de la cardiología intervencionista”.
Fuente: Circulation - American Heart Association Referencia: Nshio S. et al. Long-Term (>10 Years) Clinical Outcomes of First-In-Man Biodegradable Poly-l-lactic Acid Coronary Stents: Igaki-Tamai Stents. Circulation, April 16, 2012.