La cohorte WHITEHALL II incluyó a casi 10 000 funcionarios ingleses (3000 mujeres) de entre 35 y 55 años, reclutados entre 1983 y 1985, y seguidos periódicamente desde entonces. En este tiempo hubo 256 primeros infartos de miocardio (81,3 % en hombres), pero la tasa ajustada de probabilidad se redujo en un 74 % o, lo que es lo mismo, un 6,5 % anual.
El colesterol no HDL se redujo en un 34 %, la tensión arterial en un 13 % y el tabaquismo en un 6 %; al mismo tiempo aumentó el colesterol HDL y el consumo de frutas y vegetales. La parte negativa es que aumentó el índice de masa corporal. Estos datos refuerzan la importancia de modificar los factores de riesgo. La eficacia de la prevención es mucho mejor que cualquier beneficio obtenido mediante las técnicas terapéuticas más sofisticadas.