Esta vez, y de acuerdo con el resultado de un estudio publicado en JAMA, la ingesta de cantidades moderadas de alcohol (hasta 14 dosis por semana) parece asociarse a un menor deterioro cognitivo.
El estudio, que incluyó a más de 19 000 pacientes, tiene una de las limitaciones frecuentes en este tipo de estudios: la ingesta de alcohol es autoreportada, y siempre nos quedamos con la sospecha de que la gente suele decir que bebe menos de lo que bebe. Una posible hipótesis sobre los mecanismos de beneficio en este caso es que el alcohol estimula el BDNF, o factor neurotrófico derivado del cerebro, abriendo interesantes vías de investigación en este campo.