Un reciente estudio publicado en Lancet analiza[1], en un registro sueco, el pronóstico de los pacientes con infarto de miocardio, pero sin factores de riesgo previos. Estos enfermos tenían una mayor mortalidad que los que presentaban, al menos, un factor de riesgo, lo que era particularmente manifiesto en mujeres. Los autores insinúan que este peor pronóstico podría estar relacionado con un menor uso al alta de fármacos de probada eficacia en la enfermedad cardiovascular, como IECAs, betabloqueantes o estatinas.
[1] https://doi.org/10.1016/S0140-6736(21)00272-5