Entre los fármacos que se están incorporando al arsenal contra la insuficiencia cardíaca figura el omecamtiv mecarbil (¡vaya nombrecito!), que es un activador de la miosina cardíaca y que había demostrado mejorar la función cardíaca en la insuficiencia cardíaca con función sistólica reducida. Pero, en el pasado, fármacos que actuaban sobre el aparato contráctil del corazón, como la milrinona o el flosequinam habían incrementado la mortalidad, pese a su efecto favorable a corto plazo. Ahora la publicación de los resultados del estudio GALACTIC-HF muestran una reducción significativa de eventos relacionados, sin incrementar la mortalidad, lo que refuerza la idea de que es beneficioso y seguro en este contexto.